sábado, 14 de junio de 2008

Pequeños conejitos lectores

Desde muy chiquita, el conejo descubrió el placer de la lectura. Pasaba horas y horas leyendo libros e historietas. Quedaba como fuera del mundo, no escuchaba nada y nada a su alrededor existía más que la historia en la que se sumergía. Era mágico.
Hoy ya no tiene tanto tiempo para leer. Pero tampoco encuentra tantas cosas que la fascinen como antes. Quizás porque ya no está decubriendo el mundo del mismo modo (aunque siempre quedan cosas nuevas por conocer). Pero tiene otra respuesta, que cree más acertada. Lo que leen los adultos siempre es un poco más serio, más aburrido, menos mágico. Repiten las mismas cosas que los libros para chicos pero de un modo algo más complejo, o intentan siempre dar consejos sobre cómo vivir, cómo ser más feliz, y cosas por el estilo. Cosas que deberían haberse aprendido de chico, y que al conejo le suenan repetidas. Por eso adora los libros para chicos, y le gustaría escribir para ellos. Porque recuerda haberse prometido nunca llegar a ser adulta. Porque, a pesar de que ya lo es, no quiere perder los juegos, los sueños, lo cuentos de hadas.

1 comentario:

Nico dijo...

sos jodida con el nombre del blog eh ! es un cambio por semana :P