domingo, 29 de junio de 2008

Memorias de papel (o digitales)

A mucha gente le pone triste, melancólica, no le gusta mirar fotos viejas. A Ella le encanta. Ver ese reflejo tan patente del paso de la vida, los cambios de color de pelo, de peinado, de peso, los rostros aniñados que van convirtiéndose en adultos. No le parece que eso sea deprimente, más bien lo ve como un testimonio de que uno está haciendo algo importante con su tiempo. Que está viviendo momentos que merecen ser recordados, que se rodea de gente que vale la pena volver a ver, aunque sea en fotos. Pero, sobre todo, son maravillosas cuando uno puede observar a través de ellas la constancia de las personas con quien comparte su vida. Cómo puede verse de chiquita junto a algunos, y después de grande con esas mismas personas, haciendo otras cosas, pero todavía juntos. Esas relaciones que crecen con nosotros son las que de verdad valen la pena. Las que soportan los cambios del paso de la edad, las que se suman a los nuevos proyectos y a las nuevas personas. Ella agradece a las fotos por dejar pruebas de cuán valiosos son.

sábado, 28 de junio de 2008

La ley del menor esfuerzo

Ella tiene la tendencia constante de hacer sólo las cosas que le exigen menos trabajo. Sus actividades favoritas son las que no le demandan esfuerzo. Y cuando algo se torna un poquito más complicado de lo normal, pierde el interés. Es por eso que no disfruta la facultad: no importa cuán interesante le resulte una materia, siempre le parece torturante tener que sentarse a leer por obligación. No le gustan el trabajo, y tampoco le gusta sentirse obligada a nada. Pero eso es otro tema. Hoy estamos con su inclinación hacia la ley del menor esfuerzo.
Por esta forma de ser que tiene se desorienta, se desilusiona y se tiene poca fe con la vocación que lleva en el alma. Porque Ella quiere ser, se siente, actriz. Y con esa elección se metió en un problema. Nada define cuándo alguien es “actor”. ¿Cuando se recibe en el IUNA? ¿Cuando trabaja de eso? ¿Cuando al público le gusta? No tiene parámetros, no sabe cómo hacer las indicaciones que le da el director, no tiene formas de compararse con otros. Acá se le presenta el problema más difícil porque, una de las cosas que más quiere hacer, es una de las que menos le sale con facilidad.

sábado, 21 de junio de 2008

Tiempo de parciales

Tiempo de parciales, finales, entrega de TP´s. Sólo los estudiantes pueden comprender lo que eso significa. Ella, que siempre se cuestiona si de verdad quiere seguir esa carrera, se pone de muy mal humor en esta época. No puede considerarse "estudiante", Ella no estudia más que lo mínimo indispensable. Y se avergüenza de su mediocridad. Si tan sólo encontrara una alternativa, algo que sí disfrutara estudiar. ¿O será que estudiar no le gusta a nadie? Porque andan todos con cara de dormidos, con bronca por no poder hacer de su tiempo lo que quieran, por no poder cumplir con los amigos, con su familia o con las actividades que en realidad los satisfacen. Aunque claro, obtener buenos resultados después del esfuerzo también es satisfactorio. Desearía poder tener esa voluntad de intentarlo.

jueves, 19 de junio de 2008

El precio más alto

Hoy se pasó el día rodeada por bolsas de grandes marcas. Todas esas cosas que siempre había visto a través de vidrieras, y que casi nunca anheló comprar, hoy estuvieron en sus manos. Una vez más comprobó algo que ya sospechaba: la gente con dinero pierde la coherencia, el sentido común. Ropa, carteras, zapatos, botas, accesorios, todos a precios inverosímiles. ¿Cómo lograron hacerles creer que algo de marca es de calidad? Es cierto, a veces un poco más caro es mejor, ¡¿pero tanto?! No entiende cómo puede parecerles lógico gastar $55 pesos en una pulsera que no es más que algunos pedazos de acrílico unidos por elásticos. Esa misma pulsera, en cualquier negocio, se puede comprar a $10. Pero claro, la meten en una cajita con la marca impresa y automáticamente aumenta 5 veces su valor. Se vuelve un artículo refinado y de buen gusto. Ella piensa si el que te sobre la plata te vuelve propenso a desperdiciarla, a pagar de más por cualquier cosa, sólo porque querés y podés. Y se indigna. Ya lo leyó alguna vez no recuerda dónde: “Si alguien tiene de sobra seguramente se apoderó de algo que le correspondía a otro”.

miércoles, 18 de junio de 2008

El valor de la moneda

No, no se preocupen. No voy a hablar de nuevo de la podrida situación nacional, ni de macroeconomía. Me refiero a las monedas, esas cosas redonditas de metal que suelen tener, más allá de su valor material, un valor de cambio en el mercado. Esas, esas mismas que solíamos “apropiarnos” de chiquitos, cada vez que nos mandaban a hacer los mandados, y que alegraban con su tintineo metálico los bolsillos de nuestros guardapolvos o uniformes escolares. Las mismas que hoy, a pesar de tener que usar un mínimo de $4 por día debido a los viajes en colectivo, no consigo por ningún lado.
No hace mucho tiempo, cuando tenía que gastar $6 (¡seis!) por día en viajes, solía recorrer los diferentes bancos de mi zona laboral tratando de conseguir una buena cantidad de monedas. Porque, además, mi jefe me pedía que le consiguiera para él. No obstante, he logrado irme en algunas ocasiones con hasta $20 de monedas en mi poder. Cantidad que me duraba como muuucho, 3 días, dependiendo de mi vulnerabilidad ante el pedido desesperado de los quiosqueros cada vez que iba a comprar algo: ¿50 cvs. no tenés?.
Pero hoy, después de casi dos semanas de andar garroneándole las monedas a mi madre o a mi abuela, revisando sus bolsillos, su cartera y todo posible escondite. Después de andar calculando, cada vez que iba al quiosco, qué cuernos debía comprar para que no les quedara otra que darme el vuelto en monedas, y en una cantidad suficiente para que me alcanzara para el viaje (cosa que se vuelve cada vez más difícil, considerando lo CARAS que están las golosinas), fui a TRES bancos, y sólo en uno de ellos me dieron $3 en monedas. Entonces me pregunto: si no las fabrican porque el material del que las hacen es más caro que su valor simbólico ¿¿Por qué no se dejan de joder y las hacen de plástico?? Ah no, cierto, no es muy ecológico…¡¡de madera!! Ah , no, tampoco… Má si, que piesen los del gobierno la solución, total están tan al pedo…

lunes, 16 de junio de 2008

Feriado atípico

El país está en llamas. Están los que protestan a favor del campo, los que protestan en contra, a favor del gobierno, en contra, y todas las combinaciones posibles entre esas opciones. Porque no todos los que están en contra del gobierno están a favor del campo, ni todos los que están en contra del campo están a favor del gobierno, y así. También están los que protestan sin saber por qué, pero están hartos de todos los otros que están protestando. Y están los que quieren cerrar los ojos y no saber nada más de todo este quilombo. Al mismo tiempo, hay desabastecimiento de alimentos, de combustible, la gente cada vez viaja peor en los transportes públicos, los sueldos no alcanzan para nada, y los medios se la pasan hablando de los sentenciados del programa del Cabezón descerebrado. Cadenas de mails, de mensaje de texto, llenos de teorías de conspiración, de argumentos descabellados presentados como grandes descubrimientos político-económico-sociales. Cuánto más sencillo sería todo si TODOS dejáramos de HABLAR AL PEDO, y de protestar SIN OBJETIVOS NI RECLAMOS PUNTUALES.

domingo, 15 de junio de 2008

Los espacios personales

Le gusta estar sola. Necesita mirar la tele, escuchar música, hablar por teléfono, SOLA. Necesita su propio lugar, que no haya gente todo el tiempo a su alrededor invadiendo sus espacios. No es que no disfrute compartir tiempo con ellos, es sólo que no quiere sentirse obligada a hacerlo.
Quiere hacer lo que tiene ganas, cuando tiene ganas, sin depender de lo que los demás estén haciendo.
Se sabe egoísta, fácilmente alterable, prácticamente incapaz de tener en cuenta necesidades ajenas. ¿Pero acaso el resto tiene en cuenta sus necesidades?
No hace nada por nadie, pero tampoco pide que hagan nada por ella. ¿Es eso peor que hacer favores y esperar que después le hagan favores a uno? Es una respuesta que nunca pudo darse.

sábado, 14 de junio de 2008

Metamorfosis

"La estrategia(...)" cambia de nombre, pero no de estilo. Seguirá siendo un completo desorden de reflexiones, cuentos y comentarios de la vida cotidiana. Lo que salga, bah.
No se lo pierdan, va a estar buenísimo (en fin... va a ser lo de siempre).

Pequeños conejitos lectores

Desde muy chiquita, el conejo descubrió el placer de la lectura. Pasaba horas y horas leyendo libros e historietas. Quedaba como fuera del mundo, no escuchaba nada y nada a su alrededor existía más que la historia en la que se sumergía. Era mágico.
Hoy ya no tiene tanto tiempo para leer. Pero tampoco encuentra tantas cosas que la fascinen como antes. Quizás porque ya no está decubriendo el mundo del mismo modo (aunque siempre quedan cosas nuevas por conocer). Pero tiene otra respuesta, que cree más acertada. Lo que leen los adultos siempre es un poco más serio, más aburrido, menos mágico. Repiten las mismas cosas que los libros para chicos pero de un modo algo más complejo, o intentan siempre dar consejos sobre cómo vivir, cómo ser más feliz, y cosas por el estilo. Cosas que deberían haberse aprendido de chico, y que al conejo le suenan repetidas. Por eso adora los libros para chicos, y le gustaría escribir para ellos. Porque recuerda haberse prometido nunca llegar a ser adulta. Porque, a pesar de que ya lo es, no quiere perder los juegos, los sueños, lo cuentos de hadas.

jueves, 12 de junio de 2008

Esos días...

Hoy el conejo tuvo uno de esos días en los que no hay tiempo de nada. No hay tiempo para hablar con las personas que quiere, no hay tiempo para sentarse a comer tranquilamente, ni tiempo para salir a tomar aire. No hay tiempo para nada, mas que para lo que hay que hacer SI O SI. Usualmente esto pondría al conejo de un humor insoportable, generando en su interior una especie de olla de presión, una de esas que usaban las abuelas y que tenían como un cuchuflito por donde salía el vapor con toda la furia. Pero hoy no, hoy estaba contenta haciendo lo que hacía, y el tiempo se le pasó sin darse cuenta. Tal vez sea que su ánimo en general mejoró, o el entusiasmo de lo nuevo. Pero mientras dure... ¡¡¡wiiiiiiiiii!!!

miércoles, 11 de junio de 2008

Los cuentos del conejo

Apareció caminando, como perdida en el pasillo de la facultad. Ése no era su lugar. Hacía rato que no podía explicarse para qué iba. Pero seguía haciéndolo. Ahora las presiones aumentaban, empujándola por ese rumbo. Le daba mucho miedo dejarse llevar y olvidar sus propios caminos.
Se lo había contado llorando y, aunque no recordaba cómo, él la había hecho sentir mejor. Siempre lograba eso. Quizás sólo con escucharla.
Pero ahora no estaba. Al menos no como antes. Y no sabía si volvería a estar. Y lo extrañaba tanto, tenía ganas de abrazarlo y terminar con esa tristeza. Tenía ganas de apoyarse en ese rincón de su pecho que eligió como propio, y que la hacía sentir segura. No quería irse a dormir de nuevo con la tristeza de no haber escuchado su voz.
Por eso no sólo estaba perdida en ese ámbito. Su mirada estaba extraviada. No se encontraba a sí misma.
Tratando de organizar su nueva rutina, descubrió que sería difícil administrar su tiempo y su dinero de manera que ambos le rindieran. A quién no le pasa. Seguía tratando de anular sus pensamientos, las lágrimas que inesperadamente intentaba surgir en sus ojos, y que ella detenía apenas a tiempo. No podía permitirse llorar porque quería tener esperanzas. Aunque se anuncie una tormenta, nadie abre el paragüas si no comienza a llover. A veces, no llueve. Por eso prefiere esperar, siempre queda algo de fe.
¿A quién, más que a mí, puede importarle todo esto? ¿Para qué contarlo?, pensaba. Pero su mano no detenía la escritura. Esperaba el regalo de no tener clases para seguir sumergida en su delirio.
El país está en llamas aunque no lo veamos. Ya lo demostró el humo que nos inundó. Se ríe de haber caído en un lugar tan común. Ella misma es un lugar común. Poco importa, sólo quiere expresarse. Y aunque todo se desvanezca en el incendio imaginario, sólo puede mirarse a sí misma. Analizar sus propios sentimientos. Y los de él, aunque sea equivocadamente.
Muchos otros antes habrán sufrido tanto o más que ella. Y salieron adelante. Muchos en ese mismo momento, muchos en el futuro. Aún así, no quiere tener que superarlo. Considera innecesario estar pasando por eso. Porque no importa cuánto uno planifique o mire a futuro, las cosas pasan como tienen que pasar. Mientras ellos destruyen sus mentes y almas tratando de evitar daños peores, como si pudieran evitarse. Como si supieran qué daño puede ser peor. Como si pudieran asegurar que lo que tratan de evitar fuera a pasar. Ponen en riesgo todo lo que tienen.
Ella está sentada en el pasillo vacío de la facultad. Él está en un aula, rodeado de gente, con sus pensamientos quién sabe dónde. Al menos se tienen el uno al otro.

martes, 10 de junio de 2008

Padres e hijos

Cómo cuesta hablar con los padres. El conejo es muy comunicativo. Le cuenta todas sus cosas a casi todo el mundo. Menos a su mamá. Sabe que hablar con ella le hace bien, e incluso muchas veces necesita su abrazo, sus consejos. Pero nunca le cuenta nada. Ella conoce apenas los detalles más importantes de su vida, porque a veces son tan intensos que no puede disimular o esconderlos como a sus otros problemas.
Y es tan bueno poder hablar con los padres (mamá o papá), escuchar sus experiencias, sus consejos aunque no querramos tomarlos. Nadie se alegra tanto con nuestra felicidad o sufre tanto con nuestras penas como ellos, deseando poder evitárnoslas. Tal vez por eso el conejo no hable tanto con su mamá. Quizás no quiere hacerla pasar por la impotencia que le da no poder evitarle el llanto.

lunes, 9 de junio de 2008

Las primeras veces

Las primeras veces son muuuy difíciles. No estoy diciendo nada original.
El conejo tiene la tendencia a querer salir corriendo en cada nueva situación. Una imperiosa necesidad de tomarse el primer micro que salga y huir despavorida. Si total para qué, que no voy a servir, que no me va a gustar, que le voy a caer mal a todo el mundo, que no va a salir, que TODO va a ser un desastre.
Afortunadamente su nivel de locura no llega tan lejos y, a pesar de su exacervado pesimismo, sigue adelante con las nuevas experiencias. Y resulta. No siempre a la perfección, no es que salga todo maravillosamente. Pero sabe que lo intenta, sabe que puede aprender, que puede llevarse bien con las personas, que siempre hay lugar para lo desconocido. Y que, por un rato, puede dejar de pensar.

domingo, 8 de junio de 2008

La ficción en la vida del conejo

El conejo ve tele, muuucha tele. Vio prácticamente todas las series que existieron y existen al menos una vez. Conoce sus argumentos, sus personajes y conflictos. La entretienen, la divierten, y, aunque parezca mentira, le enseñan muchas cosas. Ver otros estilos de vida, otras personalidades, otras relaciones humanas, aunque sea en ficción, le ayuda a tener otro análisis, otro entendimiento de sus propios problemas. Es conciente de que no son personas reales pasando por problemas reales, que las situaciones son exageradas en dramatismo, emotividad o que son transformadas al grotesco para volverlas graciosas. Aún así, detrás de ello siempre entran en juego verdaderos sentimientos. Los de quienes escriben, los de quienes dirigen, los de los mismos actores. "Vivir" otras vidas a través de la ficción puede ser muy útil, pero sólo para llevar adelante nuestras propias vidas. De nada sirve quedarse sentado frente a la televisión todo el día, si no nos atrevemos a tener nuestras propias experiencias.

sábado, 7 de junio de 2008

Personas valiosas

Las amigas del conejo son como ángeles. Aparecen en su vida de repente, como por arte de magia, cuando más las necesita. Se preocupan por ella, la escuchan, le aconsejan, la ayudan a reflexionar o simplemente la entretienen. Se interesan por sus cosas, le cuentan lo que les pasa y le prestan atención como si tuviera algo importante que decirles, le hacen sentir que las ayuda. La vida es mas fácil gracias a ellas.
El conejo tiene también una familia con gente increíble en quienes sabe que puede apoyarse. Pero no lo hace. No porque no pueda hablar con ellos, sino porque prefiere preservar ese lugar. Guardarse ese rinconcito en donde puede fingir que no pasa nada, que está todo bien. Y aunque ellos sepan que no lo esté, aunque se preocupen y quieran saber lo que le pasa, se lo respetan. Ellos también le facilitan las cosas.
Hasta de los malos momentos se saca algo positivo. Saber lo afortunada que es por la gente con la que cuenta.

viernes, 6 de junio de 2008

Preguntas sin respuestas (o "el desencadenante")

Escrito el lunes 02/06 a la tarde

El conejo estuvo solo mucho tiempo. Supo lo que era sentirse rodeada de parejas que se aman, y preguntarse ¿cuándo me va a tocar a mí?. Preguntarse ¿cómo se hace para que esa persona que vos elegís te elija también? Ahora que sabe lo que es tener "alguien especial" a su lado, se da cuenta de que son preguntas que no tienen respuestas. Simplemente pasa, y es tan difícil de entender.
Lo único que tiene claro es que a veces, con la cotidianeidad, y por más que agradezca cada día el tener a su lado a esa persona que le alegra la vida, que la hace sentir única, necesitada, querida, suele olvidar lo mágico que fue el que eso haya pasado. Lo inexplicable e inesperado de esa llegada a su vida. Piensa en esto con tristeza, porque uno nunca sabe cómo va a terminar todo: ¿será el quién me lastime? ¿Seré yo quien lo abandone a él? ¿O seguiremos cada vez mas juntos, superando estapas?. Considera la última opción muy poco probable, y eso le destroza el alma. Por eso trata de no pensar demasiado en el futuro. Para no dejar de disfrutar el presente, y para no asustarse ante la perspectiva de volver a estar sola. Porque sabe que no hay métodos para que algo tan hermoso se produzca nuevamente, mas que esperar.

Pesadilla I

Siente que despierta de un mal sueño. O tal vez no. Cuando las pesadillas se mezclan con la realidad, sólo queda continuar soñando y ver como termina todo. Si tan sólo pudiera seguir durmiendo.

Trampa para conejos

El conejo está atrapada. Atrapada escuchando cosas que ya escuchó decenas de veces y que nunca aprendió del todo. Encerrada en un aula cuando preferiría estar en cualquier otro lugar. Acorralada entre sus deseos y los mandatos sociales, familiares, y los suyos propios. Por la culpa de la oportunidad despediciada que no muchos tienen. Por el desconcierto al no saber en qué aplicar sus propias capacidades inutilizadas. Por la incertidumbre entre lo que desea y sus propios límites. Por su falta de decisión ante sus necesidades opuestas. El tiempo invertido en vano, la ausencia de resultados.

jueves, 5 de junio de 2008

El síndrome del sueño constante

El conejo se duerme. Se duerme todo el tiempo. En el colectivo, parada, sentada, en el subte, frente a la computadora, sola, acompañana, SE DUERME. Sufre del síndrome del sueño constante, ese estado permanente de somnolencia causado por un exceso de actividades y la falta de tiempo para hacerlas. Demasiada cantidad de horas de trabajo, de cursada en la facultad, de estudio (bueno, en el caso del conejo no tanto), ¡de viaje!, sumadas a las de las actividades que cada uno realiza por gusto personal, dan como resultado unas... ¿4, 5 horas de descanso diario?
Eso no le alcanza ni al conejo ni a nadie y, sin embargo, aún los días que llega a su casa con mas tiempo para acostarse temprano, no lo hace. Resigna horas de sueño a cambio de la sensación que le produce estar tranquila en su casa, mirar la tele, escuchar música, hacer cualquier cosa que le permita creer que todavía, en algún momento del día, lo que hace no está determinado por su obligaciones, sino por su propia decisión.

miércoles, 4 de junio de 2008

Los cambios de etapa

El fin de la primaria (o el polimodal), de la secundaria, los cambios de trabajo. Todas circunstancias en las que se produce una especie de "reacomodamiento" interno. El conejo tiene miedos, tiene dudas, tiene un montón de sentimientos mezclados. Está feliz, pero piensa en todas las cosas buenas que le dejó la etapa anterior. La experiencia, la gente especial de la que se hizo amiga, ¡el haber conocido a su r´ata! Piensa también en otra cosa, en el cambio de rutina. Los tres colectivos de ida y los tres de vuelta, la gente, los lugares a los que iba todos los días. Esas cosas cotidianas que uno incorpora con tanta naturalidad que parece que van a ser parte de nuestras vidas permanentemente. Maldito capitalismo, ¡el trabajo no es la vida! A no ser que uno logre un trabajo que realmente disfruta. Todos deberían aspirar a eso. El conejo lo sabe, y lo seguirá intentando.

martes, 3 de junio de 2008

EL defecto

Puede que muchos no se identifiquen en este tema, pero la realidad es que el conejo padece, entre todos sus defectos, uno que reconoce y detesta: la soberbia. No importa cuán presente lo tenga e intente evitarlo, de un modo u otro las situaciones y sentimientos ajenos se le presentan como una realidad única y tangible. Cree y se convence de que entiende por completo los problemas de los demás, incluso más que los propios protagonistas. Opina, da consejos y analiza, como si de sí misma se tratara. Como si fuera cierto que uno puede ponerse 100 % en los zapatos de otro. Asume que la perspectiva desde donde ve todo es la correcta, pero critica a quellos que sólo pueden ver a través de sus propios ojos. No es hipocresía, es convencimiento de que (a diferencia de la del resto) su mirada es amplia y abierta, e ignorancia de que, por mucho que esto fuera cierto, nunca puede dejar de pensar desde sí misma.
Pero, aunque a algunos les moleste esa forma de ser, lo peor de todo es: a ella misma le complica la vida.

lunes, 2 de junio de 2008

La Rebelión del Conejo

El conejo es tranquilo. Quiere una vida en paz, y es feliz con las cosas más ínfimas. Como una canción que le gusta en la radio mientras va al trabajo, un mensajito tierno o el mate cocido calentito los días de frío.
Pero así como se alegra con pavadas, se pone de mal humor por idioteces. Pasa del estado de mayor felicidad, a la miseria mas espantosa, sin razón aparente. Le trabaja demasiado la cabeza. A veces sabe los motivos de esa ciclotimia. Otras veces, ni siquiera lo imagina.
Pero cuando sí los conoce, cuando entiende el por qué del repentino cambio en su estado de ánimo, la rebelión del conejo se desata. Se subleva contra las injusticias (contra lo que, cree, son injusticias), ensaya grandes discursos tratando de que otros conozcan y entiendan su causa, o simplemete provoca una tormenta de insultos al cielo y al infierno que, lejos de ser una descarga, le demuestran cuál inútil es la queja por sí misma. Entonces, después de la indignación, la furia mal contenida que termina en llanto, todo sigue como siempre. Y se sienta a esperar que su ánimo cambie, nuevamente, por sí solo. Eso sí, aunque casi nunca obtenga resultados, un conejo rabioso asusta.

domingo, 1 de junio de 2008

¿Estratega? Pfffffffffffff...

Esteeee... se supone que en la primera entrada se explica cuál va ser el contenido del blog, ¿no?... mmmm... La realidad es que, como dice el título, no soy NADA estratega. Antes de hacer algo, reflexiono demasiado, le doy mil vueltas a las cosas. Finalmente, termino haciendo lo que me sale. Así, de impulsiva nomás. Si es que, por fin, decido hacer algo.
Es por eso que este blog probablemente termine siendo un registro cotidiano de las "situaciones coyunturales" de mi vida. Pero no importa, por algo tengo que empezar. Ya irá tomando forma. Puede que éste sea el comienzo de mi cambio. Hacer las cosas, sin pensar tanto. Esa va a ser La Estrategia del Conejo.