domingo, 3 de julio de 2011

¡Nostalgia a la basura!

Nos cuesta desprendernos de los recuerdos, de las cosas lindas, de montones de objetos que ya no nos sirven ni nos ayudan o satisfacen. Pero no las dejamos ir. Nos aferramos como si su sola presencia garantizara la permanencia del sentimiento que nos provocaron. Y sólo conseguimos, una vez cada tanto, cuando de casualidad recaemos en ellos, una especie de recuerdo de esa alegría, de ese cariño, pero mezclado con la tristeza de que ya no esté. Eso es nostalgia. A algunos nos gusta la nostalgia... pero no hay que abusar.
Porque siempre vienen nuevas "cosas lindas" y, para que lleguen, hay que darles el espacio. Porque uno puede vivir detenido en el tiempo, pero el tiempo sigue pasando a nuestro alrededor.

2 comentarios:

Germán dijo...

Objeto y recuerdo nunca me vienen de la mano. Justamente siento al recuerdo como algo que no necesita la materialidad, un jarrón no me recuerda a mi abuela, el recuerdo vive en mi, nunca en la "cosa".
Y no me desprenderé nunca de mis recuerdos, ni los malos, mucho menos de los hermosos, como la ausencia/presencia de mi abuela Berta.

Fla dijo...

Qué lindo el recuerdo de tu abuela Germán. Por supuesto que los recuerdos no necesitan materialidad. Lo que sucede es que muchas veces son los objetos los que logran refrescarnos esos recuerdos que, de todas formas, estaban ahí, pero a los que no solíamos recurrir.