jueves, 2 de junio de 2011

Salidas

Hay demasiada luz como para abrir los ojos. Tengo la cara hinchada y restos de maquillaje de la función.
Intento dormir y caigo en el sueño de un modo pesado y profundo, pero frágil. Extraño tanto a mi música durante el viaje...
Caminar por la calle escuchando tu propia música te convierte de algún modo en un transformador de la realidad, creás tu propia película. Te abstraés del mundo y ya no es lo que pasa "ahí afuera" sino únicamente la mezcla de pensamientos y sensaciones que se da al combinarse tu mente con la música y lo que perciben tus otros sentidos.
Es cierto que no siempre es bueno abstraerse tanto del mundo, encerrarse en si mismo. Pero, la mayor parte del tiempo, es una tabla de salvación para no caer en la locura cotidiana de esta gran ciudad.

No hay comentarios: