jueves, 16 de diciembre de 2010

Certezas que se disipan

¿Hasta qué punto la perseverancia es buena y en qué momento pasa a ser pura obstinación? Ella duda sobre cuál es el límite para "aguantar", para intentar.
¿Cuándo se trata de perseguir un sueño y cuándo de insistir en algo que indefectiblemente nos lleva al fracaso?
Es tan difícil entender ese límite, es tan fácil frustrarse...
Ella cree que, sin importar los resultados, la garantía para no sentirse un fracasado es saber que al menos se intentó todo lo posible para llegar a hacer realidad nuestros anhelos. Pero ¿Qué define "todo lo posible"?
Mientras duda y no se decide a dar el siguiente paso o a abandonarlo todo, el tiempo pasa y decide por ella...

2 comentarios:

Luchin dijo...

Que bien expresado! Viví una situación parecida durante más o menos un año. Hoy nada de todo lo que creí querer alcanzar forma parte de mi vida. En realidad si, si tenemos en cuenta el pasado y todo lo que aprendí. Lo que no se aprende es esa diferencia que vos decís, pero creeme que en un momento solita te das cuenta.
Abrazon!
Y suerte!

Ella dijo...

Si, por supuesto que de todo se aprende. Pero en ciertos momentos preferiría que las cosas fueran más claras y aprender de otro modo. Besos!