lunes, 30 de noviembre de 2009

Amistades compartidas

Rodearse de buena gente tiene numerosas ventajas, está de más decirlo. Pero una de las que menos suelen destacarse, y no por eso deja de ser de las más importantes, es la siguiente: la buena gente generalmente, si no tienen mala suerte o si además de buenos no son medio estúpidos, se rodean de buena gente.
Es así como Ella, a todas esas personas a las que quiere y con las que siente que puede contar, puede sumarle muchos otros "amigos de sus amigos". Gente buena onda con la que tuvo la suerte de compartir momentos buenos y malos. Personas que tal vez nunca lleguen a ser verdaramente amigos, pero que aún así forman y formaron parte de cosas importantes de su vida. Que bueno saber que esas personas existen.

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