sábado, 24 de octubre de 2009

Intenso

Iba pensando en el colectivo (¿Se dieron cuenta qué gran espacio de reflexión es el transporte público?) en lo increíble que era que, en ese mismo momento, una de sus mejores amigas estuviera dando a luz a su primera hija. Pensar que cuando se conocieron eran tan chicas que proyectar qué harían con sus vidas era sólo una serie de delirios lejanos.
Es la segunda de sus amigas que es madre y todavía recuerda lo increíble que fue cuando se enteró que aquella primer amiga estaba embarazada. Hoy ama a ese pendejo pollerudo con toda su alma, cuando la mira con esos ojazos únicos y que cuando sonrie le dan tantas ganas de abrazarlo y llenarlo de besos que no pueden explicarse.
En situaciones así entra en una dimensión donde se da cuenta de cuáles son las cosas importantes en la vida, porque todo el resto desaparece. Parecía que estaba en una nube, que el tiempo se había detenido y nada más pasaba en el mundo.
Está atravesando una etapa donde le pasaron y le pasan muchas de esas cosas verdaderas, intensas.
Donde el dolor, la tristeza, el miedo, se mezclan con la felicidad de los sueños concretados, propios y ajenos, de ese amor que siente de y por tanta gente increíble con la que tiene la suerte de comapartir cada día. Es muy intenso, y eso la asusta.

1 comentario:

Evangelina Bussolino dijo...

Tranquila.

Es genial que la vida tenga esos momentos intensos.

Te amamos!