lunes, 26 de marzo de 2012

Cursi cursi cursi cursiii

Usted sabe -me cuesta disimularlo-
que me cuelgo de su labios
apenas tengo oportunidad.
Que me envuelvo de su espalda
cuando -no- duermo a su lado
mientras respiro ese aire
que se empeña en rechazar.
Usted sabe -como yo también lo sé-
que no se merece tanto
que no vale ni ese llanto
que no me sale llorar
Y que está muy por debajo
de lo que yo me merezco
o al menos es lo que intento
y no me alcanzo a creer.
Pero ¿a quién voy a engañar?
si no hay forma de ignorarlo
que nada tienen que ver
los méritos o fracasos
opuestos complementarios
o compatibles en todo
Será química o capricho
o no tiene explicación
Por más que sienta creerlo
usted no es el indicado.

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