domingo, 6 de diciembre de 2009

Vidas de novela

Ella creía que su vida podía ser novelada, que tenía algo interesante que contar, una historia llamativa, conmovedora. Ahora se da cuenta de que todas las vidas, por más aburridas o vacías que parezcan para los demás, pueden ser llevadas a la ficción si se las ve desde la perspectiva de los propios protagonistas. Todos nos sentimos héroes de nuestras propias historias, sufrimos por nuestros dilemas, luchamos contra nuestros obstáculos, por cosas que para otros pueden ser insignificantes, con la misma intensidad que Superman usaría en su lucha por salvar al mundo.
Y, sin embargo, perdemos perspectiva sobre las vidas ajenas. No nos damos cuenta de la intensidad de ciertas cosas por las que otros pasan. Nos perdemos lo que hay detrás de esa superficialidad en la que nos anclamos. Dejamos de picar dos centímetros antes de encontar el oro.

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