jueves, 12 de junio de 2008
Esos días...
Hoy el conejo tuvo uno de esos días en los que no hay tiempo de nada. No hay tiempo para hablar con las personas que quiere, no hay tiempo para sentarse a comer tranquilamente, ni tiempo para salir a tomar aire. No hay tiempo para nada, mas que para lo que hay que hacer SI O SI. Usualmente esto pondría al conejo de un humor insoportable, generando en su interior una especie de olla de presión, una de esas que usaban las abuelas y que tenían como un cuchuflito por donde salía el vapor con toda la furia. Pero hoy no, hoy estaba contenta haciendo lo que hacía, y el tiempo se le pasó sin darse cuenta. Tal vez sea que su ánimo en general mejoró, o el entusiasmo de lo nuevo. Pero mientras dure... ¡¡¡wiiiiiiiiii!!!
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