Mientras caminamos por la calle inmersos en nuestra cada vez más pequeña y multifuncional porción tecnológica del mundo, cuántas cosas nos estaremos perdiendo.
Las monedas y billetes caídos, a los cuáles podríamos ver con una mínima desviación de la mirada ya que caminar sujetos a la máquina nos obliga a andar con las cabezas gachas y algo encorvados.
Los árboles, las caras extrañas, las sonrisas, los peligros, el cielo nublado o el sol brillante. La vida.
Y mientras en nuestro universo virtual nada cambia demasiado, porque todo parece lo mismo visto a través de la misma pantalla (tal vez sea esta una nueva versión de los anteojos para ver todo “color rosa” de los que tanto se ha hablado), en la vida las personas tienen hijos, terminan sus carreras, se enferman, se casan, se deprimen o se alegran, dejando como principal testigo al teclado alfanumérico.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario